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NORMAS APA

miércoles, 24 de mayo de 2017

4.- Principales señales de Problemas de Aprendizaje

4.- Principales señales de Problemas de Aprendizaje

No hay ninguna señal única que indique que una persona tiene un problema del aprendizaje. Los expertos buscan una diferencia notable entre el progreso escolar actual y el nivel de progreso que podría lograr, dada su inteligencia o habilidad.

También hay ciertas indicaciones que podrían significar que el niño tiene un problema del aprendizaje. Estas están incluidas más abajo. La mayoría de ellas están con las tareas de la escuela primaria, ya que los problemas del aprendizaje tienden a ser descubiertos en la escuela primaria. Es probable que el niño no exhiba todas estas señales, o aún la mayoría de ellas.

Cuando el (o la) estudiante tiene un problema del aprendizaje, puede:

• Tener problemas en aprender el alfabeto, hacer rimar las palabras o conectar las letras con sus sonidos. 

• Cometer errores al leer en voz alta, y repetir o detenerse a menudo. 

• No comprender lo que lee. 

• Tener dificultades con deletrear palabras. 

• Tener una letra desordenada o tomar el lápiz torpemente. 

• Luchar para expresar sus ideas por escrito. 

• Aprender el lenguaje en forma atrasada y tener un vocabulario limitado. 

• Tener dificultades en recordar los sonidos de las letras o escuchar pequeñas diferencias entre las palabras.

• Tener dificultades en comprender bromas, historietas cómicas ilustradas, y sarcasmo. 

• Tener dificultades en seguir instrucciones. 

• Pronunciar mal las palabras o usar una palabra incorrecta que suena similar.


• Tener problemas en organizar lo que él o ella desea decir o no puede pensar en la palabra que necesita para escribir o conversar. 

• Puede no seguir las reglas sociales de la conversación, tales como tomar turnos, y puede acercarse demasiado a la persona que le escucha. 

• Puede confundir los símbolos matemáticos y leer mal los números. 

• Puede no poder repetir un cuento en orden (lo que ocurrió primero, segundo, tercero). 

• Puede no saber dónde comenzar una tarea o cómo seguir desde allí.

3.- Que evaluar para identificar Problemas de Aprendizaje

3.- Que evaluar para identificar Problemas de Aprendizaje

Los criterios diagnósticos del DSM-IV especifican que el TA debe basarse en algo más que la exploración clínica; es imprescindible evaluar la presencia de un déficit específico mediante protocolos de test estandarizados. Además, es también indispensable la medida formal del Cociente Intelectual (CI). Esta evaluación, realizada por un especialista en neuropsicología o psicopedagogía debe ser meticulosa.

Por tanto, el Psicólogo Escolar  debe tener suficientes conocimientos sobre el desarrollo infantil y los factores de riesgo de dificultades de aprendizaje.

La identificación de los TA en edades preescolares (0-6 años) continúa siendo extremadamente difícil y, por lo general, estos niños no se diagnostican hasta el segundo grado de educación primaria.

Solamente un equipo multidisciplinar (formado por pediatra, neuropediatra, psiquiatra infantil psicólogo, maestro y pedagogo) podrá evaluar correctamente a un niño con TA.

Para valorar adecuadamente el rendimiento escolar, el Psicólogo Escolar debe tener unos conocimientos amplios sobre los objetivos curriculares de cada ciclo educativo y sobre las edades a las que los niños deben dominar las destrezas básicas de lectura, escritura, cálculo; también debe saber examinar el lenguaje, la motricidad gruesa y fina, la lateralidad, etc. para así evidenciar «señales de alerta» que apuntan hacia un posible TA. 

Anamnesis 

Como en cualquier otra entidad clínica, se  debe comenzar por realizar una buena historia clínica. Ciertamente, en los primeros años de la vida los TA parecen muy silentes, pero si hacemos una buena historia clínica podemos recoger durante los dos primeros años de edad datos como: pequeñas desviaciones en el tono muscular y en la motricidad gruesa y fina, en el nivel de atención, de actividad, de respuesta sensorial o temperamento.

• Antecedentes obstétricos: prematuridad, bajo peso, infecciones, etc.

• Primeros hitos del desarrollo psicomotor: edad de destete y deambulación autónoma, primeros bisílabos proposititos, primeras palabras y frases.

• Enfermedades intercurrentes: cualquier enfermedad crónica que pudiese justificar absentismo escolar, etc.

• Signos de alarma: precisar si existen los signos de alarma señalados en la tabla 2, correspondientes a los distintos rangos de edad: preescolar, educación primaria y secundaria

• Antecedentes familiares: hay un componente genético en la etiología de la dislexia, del déficit de atención/hiperactividad y de la discalculia.

• Comorbilidad: descartar trastornos comórbidos como ansiedad, depresión, problemas de conducta, problemas de autoestima y trastorno por déficit de atención.

Se debe preguntar siempre a los padres sobre la opinión del maestro acerca del aprendizaje del niño. Bastantes estudios apoyan que el profesorado de los primeros años escolares puede ser el mejor indicador de futuros problemas académicos. Además, será útil poder ver los boletines de calificaciones y algunos de los trabajos escolares del niño, fijarnos en que asignaturas domina mejor y en cuales tiene más dificultades nos ayudará a orientar también el problema.

Por otra parte, hay que tener en cuenta siempre la calidad de la enseñanza del niño en la escuela, y especialmente el contexto de grupo en el que se mueve; así por ejemplo, un chico con un TA puede no detectarse tampoco durante los primeros años de escolaridad dentro de un grupo de chicos con un bajo nivel escolar entre los que puede ser, en esos momentos, un estudiante sin problemas.

Además, debe realizar una exploración física general del niño para descartar otras entidades, incluyendo una completa exploración neurológica para excluir enfermedades neuropediátricas.

Deberá descartar problemas sensoriales visuales y/o auditivos. En presencia de éstos sólo podrá diagnosticarse un TA cuando las dificultades de aprendizaje exceden de las habitualmente asociadas a dicho déficit sensorial.

Habrá que fijarse en ligeras alteraciones del tono muscular y descartar la presencia de los llamados «signos neurológicos menores» (soft signs), que se consideran signos importantes de un trastorno menor y no signos menores de una lesión importante.

Algunos son, a cualquier edad, manifestación de una disfunción neurológica leve, pero otros sólo tienen significado a partir de una determinada edad. Los buscaremos en los niños entre los 6 y 12 años de edad valorando:

• Las praxias (capacidad del niño para ejecutar acciones motrices por imitación o ante una orden verbal). Se exploran pidiendo al niño que saque la lengua y la mueva a los lados, que atornille y desatornille el martillo de reflejos, etc.

• Las gnosias (proceso de percepción, reconocimiento y denominación de estímulos). Se pueden explorar pidiendo al niño que haga el reconocimiento digital con los ojos cerrados, que reconozca objetos al tacto, etc.

• Las sincinesias (presencia de movimientos superfluos, no propositivos, que aparecen en un movimiento propositivo). Son fenómenos fisiológicos; lo que les convierte en patológicos es bien su exageración, su ausencia (por ejemplo la ausencia del balanceo de brazos propios de la marcha bípeda) y su persistencia fuera de la edad habitual. Las sincinesias se consideran normales hasta la edad de 8-9 años. A partir de esta edad, por ejemplo, un niño no debería mostrar movimientos superfluos en las manos cuando camina con el borde externo de los pies en consulta.

3.1- Evaluación Psicopedagógica 

El diagnóstico psicopedagógico de las Dificultades de Aprendizaje ha de hacerse tomando  en cuenta el contexto clínico, sin limitarlo a la aplicación de una batería de tests. Se trata de realizar una valoración tanto cuantitativa, al comparar el rendimiento obtenido por el niño con el grupo normativo de su edad, como cualitativa, al analizar el modo de enfrentarse a la tarea, estrategias cognitivas que utiliza, etc. Se trata de detectar sus puntos débiles y fuertes.


De esta forma, nos aproximamos a la realidad funcional del niño, a sus formas de procesamiento, más que evaluar el producto final. La evaluación psicopedagógica nos permite emitir hipótesis realistas acerca de su «zona de desarrollo potencial» y así plantear los objetivos y las estrategias de reeducación más adecuados. De acuerdo con la patología sospechada en la primera entrevista, en función de los datos anamnésicos del desarrollo del niño y de la conducta cotidiana en el medio familiar y escolar, se seleccionan las pruebas estructuradas según la edad del niño y las funciones cognitivas que se quieren evaluar: inteligencia, atención y control directivo, memoria, lenguaje, gnosias y praxias y lecto-escritura.

TERAPIA DE APRENDIZAJE

TERAPIA DE APRENDIZAJE

¿Qué es?

La Terapia de Aprendizaje consiste en Aprender a Aprender.

A través de este tipo de terapia, el escolar recibe las herramientas necesarias para construir su conocimiento a partir de su propio aprendizaje y experiencia previa. Este tipo de terapia abarca conceptos, procedimientos y actitudes.

El alumno adquiere técnicas de estudio en relación con los contenidos curriculares, aprende a organizar su estudio y a planificar sus tareas, ejercitando a su vez la capacidad de atención/concentración, memoria y razonamiento, con especial énfasis en la motivación.
Las sesiones son programadas para cada caso en particular aunque se puedan desarrollar en pequeños grupos.

Este tipo de terapia va dirigida a niños y adolescentes que presentan dificultades específicas de aprendizaje, y para aquellos que muestran dificultades de atención, concentración y memoria.

Objetivos

Los principales objetivos de la Terapia de Aprendizaje son:
   
- Adquirir herramientas instrumentales básicas para mejorar en el estudio.
- Favorecer el uso de estrategias de pensamiento y resolución de problemas.
- Trabajar los aspectos cognoscitivos deficitarios.
- Aumentar el sentido de responsabilidad hacia la tarea.
- Suscitar el pensamiento reflexivo, creativo y crítico.
- Incrementar la motivación intrínseca por las tareas del colegio.
- Potenciar la confianza en uno mismo.
- Hacer extensible lo aprendido a situaciones de la vida cotidiana.

Metodología

La forma de impartir las sesiones de aprendizaje varía en función del caso.
Habitualmente, se realizan sesiones participativas en las que se trabaja en interacción con los otros, haciendo dinámicas que permiten compartir los conocimientos e impresiones de cada uno, enriqueciéndose con el intercambio y aprendiendo a hacer juicios constructivos.

Otras veces se trabaja de manera individual, realizando cada alumno la tarea encomendada por el profesional, escogida ésta en función de la dificultad que presenta el estudiante.

A lo largo de las sesiones se trabajan:

·         Los aprendizajes instrumentales básicos, como lectura, cálculo y ortografía, considerados piedra angular de conocimientos más complejos.

·         Técnicas de estudio, necesarias para adquirir un buen método de trabajo y para lograr una buena planificación.

·         Contenidos de las materias curriculares en relación con la parte de técnicas de estudio.

·         Ejercicios de entrenamiento de las capacidades mentales: atención-concentración, razonamiento, percepción, memoria, orientación espacial, etc.

CONCEPTO

Una definición conceptual completa de las Dificultades de Aprendizaje (DA) y sobre la que existe un mayor consenso es la siguiente: “Las dificultades de aprendizaje es un término genérico que se refiere a un grupo heterogéneo de trastornos, manifestados por dificultades significativas en la adquisición y uso de la capacidad para entender, hablar, leer, escribir, razonar o para las matemáticas".

Estos trastornos son intrínsecos al individuo, y presumiblemente debidos a una disfunción del sistema nervioso, pudiendo continuar a lo largo del proceso vital. Pueden manifestarse problemas en conductas de autorregulación e interacción social, pero estos hechos no constituyen por sí mismos una dificultad de aprendizaje. Aunque las dificultades de aprendizaje se pueden presentar concomitantemente con otras condiciones discapacitantes (por ejemplo déficit sensorial, retraso mental, trastornos emocionales severos) o con influencias extrínsecas (como diferencias culturales, instrucción insuficiente o inapropiada), no son el resultado de dichas condiciones o influencias” (NJCLD- National Joint Committee on Learning Disabilities- en 1988).

Los problemas de aprendizaje consisten en una alteración o bloqueo temporal y específico que impide el desarrollo escolar general o de un área determinada, y que deteriora el aprendizaje y acumula contenidos no aprendidos.

En cuanto al adulto con dificultades de aprendizaje, el perfil más generalizado  se caracteriza por tener una inteligencia de tipo medio, déficits neuropsicológicos selectivos y un rendimiento académico inferior al esperable en función de su CI. Varios estudios ponen de relieve un rendimiento verbal inferior al manipulativo.


Los investigadores creen que los problemas de aprendizaje son causados por diferencias en el funcionamiento del cerebro y la forma en la cual este procesa la información. Los niños con problemas del aprendizaje no son “tontos” o “perezosos”. De hecho, ellos generalmente tienen un nivel de inteligencia promedio o superior. Lo que pasa es que sus cerebros procesan la información de una manera distinta.